viernes, 23 de abril de 2021

Poemario Amaneció 

Este es mi tercer poemario, publicado en el año 2018. De este no tengo la versión diagramada en digital, pero les comparto el archivo PDF con los poemas. 

Portada, ilustraciones y diagramación de Michelle Sanabria.

La presentación fue escrita por Gustavo Bracamonte. 



 Poemario Páginas de Resistencia

Este es mi segundo poemario, publicado en mayo de 2017. 

La presentación fue escrita por Patricia Galicia. 

También tiene una opinión en la contraportada escrita por Pablo Sigüenza Ramírez. 



Poemario "Con el Alma Desnuda"

Este es el primer poemario que publiqué, en junio del año 2010. 

La portada es una ilustración de María Silva.

La presentación fue escrita por Jeannette Asencio. 





martes, 10 de mayo de 2016

10 de Mayo de 2016 Día de las Madres, Hasta encontrar a Marco Antonio



Hasta encontrar a Marco Antonio

Por la mañana en camino a la oficina, pensaba en doña Emma Theissen, quien hoy ha inspirado estas letras, con su lucha de más de 30 años para encontrar a su hijo secuestrado y desaparecido durante la guerra en Guatemala, al leer la carta que escribió “otro 10 de mayo sin mi hijo Marco Antonio”, queda claro, que no hay nada como las mujeres luchadoras.

Por eso hoy quisiera aprovechar el momento en que muchas personas celebran a sus madres, para rendir un homenaje a las mujeres que luchan día con día para hacer de esté un mundo más justo para sus hijas, hijos, nietas y nietos, para quienes están y para quienes no están y a quienes aún les esperamos.

Nada más fuerte en este mundo que una madre luchadora, como aquella que desde temprano lavaba y planchaba ajeno para llevar los frijoles a la mesa, que soportó terribles circunstancias, que aguantó hambre, frío, sueño y que ahora su cuerpo le cobra con falta de salud la vida dura que llevo durante años, mi mamá.

Nada como aquella mujer que se enfrenta a la explotación de la maquila para poder ganar un mísero salario que no pagará los daños que ocasionados a su cuerpo, pero que si pagará el pollo frito que sus bebes esperan a fin de mes.

Nada como aquella mujer que se levanta con el cáncer recorriendo su cuerpo y que pide un día más, un año más para que su hija no se quede sola en la vida.

Nada como las mujeres que recorren las fronteras buscando a sus hijas e hijos desaparecidos, que luego de darles un beso en la frente, se fueron, juraron que al llegar al norte les enviarían dinero para que vivieran mejor.

Nada como las mujeres que siguen buscando a sus hijas e hijos desaparecidos en la guerra de Guatemala, que gritan en las calles y en los tribunales de justicia, hasta dar con su paradero, reivindicando sus ideas y esperanzas.

Nada como esa madre, cuyo hijo se murió en sus brazos por falta de comida, por falta de medicina. Por culpa de este maldito sistema.

Nada como esas madres a quienes la violencia en el país les arrebató a sus hijos, a sus hijas, a sus seres queridos. Nada como la fuerza que tienen para levantarse día con día y enfrentar al mundo.

Nada como la madre tierra saqueada y destruida por la invasión de las empresas transnacionales y nacionales, que sigue resistiendo y dándonos vida.

Nada como las madres que guardan en sus corazones miles de dolores, cuyos cuerpos resistentes se enfrentan al racismo y la desigualdad, y cuya sabiduría es una luz en los caminos de las nuevas generaciones.

Nada como las madres que solas se enfrentan a la vida, por decisión o porque les tocó, que no se rajan, que tienen que soportar la irresponsabilidad de aquellos innombrables que aparecen solo para hacerlas sufrir.

Nada como las madres que rompen estereotipos y que se salen de la lógica de esta sociedad conservadora y patriarcal, que luchan por cambiar la historia y que abren espacios para que otras mujeres podamos tener mejores condiciones de vida.

Todas son luchadoras, y deberían significar ejemplos de vida y dignidad, para  hacer de este mundo un lugar más humano para vivir, donde las mujeres podamos disfrutar plenamente de nuestros derechos y donde nuestras voces sean escuchadas y la decisión de ser madres o no, sea respetada.

Al igual que para muchas mujeres, es mi compromiso, luchar hasta que las nuevas generaciones tengan una mejor vida, hasta que se haga justicia, hasta encontrar a las miles de hijas e hijos desaparecidos, hasta encontrar a Marco Antonio doña Emma.

Ada Valenzuela 




martes, 3 de mayo de 2016

Claveles Rojos, Poesía para dar la bienvenida al blog



Claveles Rojos

Claveles rojos para no olvidar,
Claveles rojos por la memoria.
¡Claveles rojos para demandar!
Claveles rojos por la madre, el padre, la tía, el estudiante y la compañera que dio su vida.

Claveles rojos para la mujer en rebeldía,
Claveles rojos de un hijo que no olvida.
¡Claveles rojos para exigir justicia!
Claveles rojos para construir la memoria de este pueblo con amnesia.

Claveles rojos como un tributo,
Claveles rojos contra la violencia.
¡Claveles rojos por la resistencia!
Claveles rojos para el estudiantado que no vende la dignidad.

Claveles rojos por la identidad,
Claveles rojos para las viudas de la guerra.
¡Claveles rojos para nuestros muertos!
Claves rojos para no olvidar tu mirada, tu legado, tu ideal.

Claveles rojos por la vida,
Claveles rojos por la sangre derramada.
¡Claveles rojos contra la hambruna!
Claveles rojos para quien sigue en esta lucha.

Claveles rojos para el poeta de la revolución,
Claveles rojos para quien canta la verdad arriesgando la vida.
¡Claveles rojos contra el conservadurismo!
Claveles rojos que llenen las calles y avenidas de este país.

Claveles rojos contra la mediatización,
Claveles rojos para el periodismo digno.
¡Claveles rojos para el grafiti callejero!
Claveles rojos para ese esténcil popular e incendiario.

Claveles rojos para quien pregunta ¿Dónde están los desaparecidos? 
Claveles rojos para quien no se calla.
Claveles rojos para mi hija, para tu hijo, para que construyamos ese otro mundo.

Claveles  rojos para el caimán socialista del Caribe,
Claveles rojos para el sur del Abya Yala
¡Claveles rojos contra el imperio y sus invasiones!
Claveles rojos para abanderar nuestra marcha.

Claveles rojos sembrados en el campo y la ciudad,
Claveles rojos intercambiados en las escuelas,
¡Claveles rojos por la defensa de la tierra!

Ada Valenzuela